Ripollet

Ripollet es una villa y municipio catalán que se sitúa en la comarca del Vallés Oriental. Está a tan solo 20 km del centro de Barcelona y forma parte de su área metropolitana. Todo parece indicar que el nombre proviene del río Ripoll.

Se han encontrado varios yacimientos que atestiguan la presencia humana en el municipio desde la prehistoria. Así pues, estamos ante una villa que ha visto pasar varias culturas y momentos históricos por sus calles.

Lugares de interés

Uno de los edificios más emblemáticos de Ripollet es la iglesia de San Esteban. Se cree que el antiguo edificio sobre el que está construida existía antes del siglo X. Al estar construida sobre una antigua basílica románica, se pueden ver algunos vestigios de ese primer edificio. Aunque muy pocos. Aún así los hay y la iglesia está declarada Bien Cultural de Interés Local.

El Molí d'en Rata se construyó en 1825 y es uno de los molinos que perduró en la comarca hasta los años 50. Es interesante acercarse a verlo porque, actualmente, forma parte del Centro de Interpretación del patrimonio de la ciudad. No sólo se puede ver la antigua maquinaria del molino, sino que además en el museo se aprende mucho sobre el patrimonio cultural y natural de la zona.

El edificio del ayuntamiento es uno construido entre 1910 y 1924 llamado Can Masachs. Es igual de llamativo que el Teatro del Mercat Vell, que se construyó durante la II República, y el Centro Parroquial, que conserva fotos tomadas en la ciudad desde los años 50.

Además hay dos masías muy representativas de la arquitectura catalana: Can Mas y Can Grasses. La primera data del 1787 y la segunda de 1667.

Fiestas

Ripollet es una ciudad con un espíritu festivo muy marcado. En todos los meses del año hay por lo menos una fiesta que celebrar.

Importante es la fiesta de Tres Tombs o San Antonio Abad, pues está declarada de interés turístico local y atrae bastantes visitantes. En ella tiene lugar la bendición de los animales y una marcha con caballos, además de un concierto tradicional.

El Carnaval se vive con intensidad por parte de los locales. Los bailes de gitanas, disfraces y la figura de El Cabraboc, una leyenda, son lo más icónico de esta fiesta.

En abril tienen lugar la Semana Santa y las cantadas de caramellas, y en mayo, se extienden por las calles las alfombras florales del Corpus.

Durante el verano hay varias fiestas, hasta que en agosto tiene lugar la Fiesta Mayor de Sant Esteve. La cultura de Ripollet y catalana se hace con las calles. Actividades de fuego como los diablos y correfocs, otras actividades como los castellers, conciertos, bailes... Es un gran momento para visitar la localidad.

Gastronomía

La cocina típica de Ripollet corresponde con la tradicional catalana, rica en sabores, colores y olores. Mezcla productos de mar, huerta y montaña que resultan en platos únicos.

Destacan los cargols a la llauna, los calçots, el suquet de peix, la escudella, la escalibada y el xato, entre otros muchos. Para postres, imprescindible probar los panellets, las neulas o la crema catalana.

Además los vinos que se pueden probar en la villa son magníficos, ya que vienen directamente de la Denominación ed Origen Penedés.